domingo, 4 de marzo de 2012

Necróparis

Permitidme mis estimados y silenciosos amigos que hoy os hable de Necróparis.
 
A través de un foro donde participo de vez en cuando, Leyenda.net, especializado en materia de Mitos de Cthulhu y aspectos tentaculares similares, descubrí la historia de una editorial que cerraba las puertas tras una corta pero intensa andadura. La editorial es (o era) NGC ficción! Y reconozco que no había oído hablar jamás de ella.
 
La cosa es que lo que se decía en Leyenda sobre NGC ficción! era bastante positivo, incluso habían lanzado alguna crítica muy positiva de alguna de sus novelas, así que me decidí a pasarme por su web a ver que se cocía… así descubrí que había una oferta de liquidación de stock a unos precios de risa, esto era, la colección de bolsillo a 2€ cada título y el resto de títulos y colecciones a 7€, sencillamente, irresistible.
 
Me pasé por su catálogo online y estaba francamente bien. Tenían tres o cuatro secciones bien diferenciadas, terror, ficción, negra y fantasía, todas me gustaban! Así que casi, casi tenía que comprar la novela por la portada, porque todos los temas me parecían muy atractivos.
Hablando de las portadas… no sé quién es el ilustrador que ha trabajado con NGC ficción! pero el resultado es increíble. Las ilustraciones resultan de lo más atractivas y evocadoras, así que me seguía siendo muy difícil hacerme con una u otra novela.
 
Tenía claro que me haría con Fieramente humano, pues en Leyenda me la habían recomendado, pero… ya que estaba, ya que la editorial iba a cerrar y que los precios eran tan atractivos tenía que hacerme con alguno más. Y así fue.
 
A Fieramente humano le siguió El encuentro, Cuerpos descosidos y finalmente Necróparis, la que da título a esta entrada y de la que quiero hablar un poco ahora.
 
Necróparis es la primera novela escrita por Fernando Cámara, un tipo que al parecer tiene ya bastante recorrido en el género del terror, siendo guionista de alguna película y series de televisión. De ellas no puedo hablar porque no he visto nada, pero Necróparis…
 
En su prólogo, David Jasso me avisó.
 
Vas a leer este prólogo y luego seguirás con el texto de Fernando Cámara y quedarás fascinado. Disfrutarás con su estilo rápido y sincopado, casi telegráfico. Saborearás cada una de sus frases cortas y directas. Tu personalidad desaparecerá, quedaras inmerso… no podrás evitarlo… te sentirás arrastrado, leerás de forma compulsiva, te dejarás llevar, no te resistirás… notarás el cosquilleo en la punta de los dedos que te obliga a pasar de página…
 
¡Maldito David Jasso! Sus palabras no eran una forma de hablar ¡eran reales!
 
Esa mañana iba al médico, tenía que ir al neumólogo e intuía que la cosa iba a ir lenta, así que me dirigí a la estantería donde descansaban pacientemente los libros que compre a NGC ficción! y pasé el dedo por sus lomos tratándome de decidir, a través del tacto, por cual llevarme para leer mientras esperaba.
 
Necróparis no era el más grueso, tampoco el más fino, así que me decidí por él y ya en el hospital, mientras aguardaba a ser llamado, comenzaba la lectura más embriagadora que he leído en mucho tiempo.
He leído libros muy buenos, pero reconozco que la sensación de quedarme enganchado hacía tiempo que no la tenía.
 
Necróparis me absorbió desde sus primeras páginas, su ritmo es endiablado, aumenta progresivamente a través de los sucesos que ocurren alrededor de una pareja que viaja a París sin niños, se los han dejado a los abuelos. En París, digo, y solo durante tres días, la realidad adquiere una dimensión extraña y a medida que las sombras se alargan mientras el sol desciende, la locura parece desatarse alrededor de ellos, acechándoles una y otra vez desde esas sombras hasta el día siguiente, cuando con la llegada del nuevo día la realidad parece adquirir de nuevo su cordura acostumbrada.
 
Pero París ya no será igual para los protagonistas, y tampoco para mí.
 
Gran libro, he disfrutado de lo lindo con él. Cuando salí del hospital, con una radiografía debajo del brazo, me había zampado de una “sentá” 150 páginas, así que no tuve tiempo de pensar en lo lento que iba la consulta o de las horas que perdí allí. Necróparis y las palabras de David Jasso nublaron mi realidad y no salí de ese estado hasta que cerré el libro y salí del hospital.
Más tarde ya en casa, me leí las páginas restantes y lo guardé de nuevo en su sitio en la estantería, junto a los otros libros de NGC ficción! entre un libro más grueso y otro mas delgado. Hacía mucho que no me leía un libro de un tirón tan a gusto.
 
Necróparis lo consiguió y no puedo por menos que recomendarlo.
 
Pero allá tú si lo lees, pues quedarás enganchado desde sus primeras páginas…fascinado, disfrutarás con su estilo rápido y sincopado, casi telegráfico. Saborearás cada una de sus frases cortas y directas. Tu personalidad desaparecerá, quedaras inmerso… no podrás evitarlo…
 
Avisado quedas.

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